Carta a unas memorias
Liza Fuentes | gAZeta joven / IDEAS, IDAS Y VENIDAS
Guatemala, sin fecha ni lugar.
Hace tiempo que no les escribía, ¿cómo han estado? ¿qué tal todo? A una de ustedes la vi un par de semanas atrás, te vi, Violeta, platicamos un poco ¿recuerdas? Hasta nos reímos de nuestros antiguos «yo» y bromeamos con eso; había olvidado lo contagiosa que es tu risa y lo mucho que me gusta hablar contigo. Eres muy inteligente, recuerdo que siempre te lo dije y tú no me hacías caso, decías que yo era más «pilas», cuando la realidad es que siempre fuiste tú más madura y más centrada, admiraba que cada decisión que tomabas la ponías en práctica sin peros ni excusas, tal vez por eso quería ser como tú.
No olvido que, en una de esas salidas al parque cerca de tu casa, estábamos caminando cuando me contaste algo y te reíste tan alegremente que no podía dejar de sonreír, casi te caes a la calle ¿recuerdas? Entre risas, te dije que pararas, sin embargo, me dijiste algo que desde ese día no he olvidado: «sino reís, ¿cómo pensás vivir?». Recuerdo que cuando te conté que tenía miedo de no saber qué hacer con mi vida, me escuchabas tranquilamente, pegando unas letras en el cielo, sin verme. En ese momento creí que no te interesaba en lo absoluto lo que hablaba, pero ahora que lo veo con mis nuevos ojos y mi nueva mente, me doy cuenta de que no fue así.
Tocó separarnos, tú tenías bien claro a qué ibas y para dónde, ese camino te hacía irte lejos, pero decidimos nunca olvidarnos y juntarnos cada que pudiésemos. Empezamos así, ¿recuerdas? Cada vez que te veía siempre te regalaba un pedazo de algodón de azúcar, tú me dabas unas buenas risas. Luego, me fui alejando poco a poco, tú tampoco me buscaste, pasé de quererte mucho a casi ni recordarme de tus algodones de azúcar y de tu largo cabello. Creo que a ti tampoco te afectó, nos veíamos cada vez menos y esas charlas pasaron a formar parte de estas memorias que hoy desempolvo. Te extraño.
[…]
Segunda parte
Cuánto tiempo, un par de días, un par de horas, un par de vientos, un par de años, desde la última vez que te vi; un par de minutos desde la vez en la que te hablé. He pensado mucho en ti últimamente, encontré nuestra fotografía, nuestro video, nuestro tiempo.
¿Lo eché a perder? ¿O quizá fuiste tú? ¿Podemos ser ambas las culpables?
A veces, en la obscuridad de mi corazón, recuerdo esa luz que envolvía todo mi sueño, la luz que creí ver en ti, en el abrazo que me dabas cuando te equivocabas, en las risas que compartíamos, en los rumores que me contabas y que yo casi no entendía, pero que por ser tú, escuchaba.
Recordarte, ¿está bien si lo hago? ¿Me lo permites?
Añorar esos tiempos en los que hablábamos, en los que bromeábamos, en los que reíamos, añorar con ser parte de tu vida nuevamente, añorar con volver a juntarme contigo y con ella, ser ese grupo que reía, lloraba y se preocupaba por crecer. Éramos inseparables, ¿cierto? ¿Cierto?
[…]
Tercera parte
No sabría decir si esta carta es una despedida o una excusa para hablarles, no sabría decir si de verdad quiero regresar a mi puesto, no sabría decir si quiero volver a esos días, no sabría decir porque crecí y cambié, así como ustedes también lo hicieron.
Solamente, aunque sea solo por hoy, quise leer esas cartas que hicieron, quise recordar el sabor de las galletas y las golosinas que compartimos, quise recordar esa calidez en mi pecho cuando preguntaban por mí. Perdón por ser tan ciega y arrancarlo de raíz. Las extraño.
S. F.
Liza Fuentes
Soy una joven a la que le encanta enredarse en el hilo de sus pensamientos y soñar en ordenarlos.
Correo: [email protected]
Que lindo, me encanto mucho. Sigue así, y verás que lejos llegarás.
Soberbio y muy bonito. Vas por buen camino como escritora
Felicidades Liza, me encantó tu manera de expresar tus sentimientos y emociones. Me gusta. Te deseo muchos éxitos.
Luz eres genial te admiro mucho eres super talentosa.. Y tienes mucho por delante.. Vamos por mas
Qué bonito, Liza? me transmitió mucho sentimiento, me gustó mucho!