CARGANDO GAZETA

Escriba para busca

Autoritarismo descarado

Editorial Hoy en gAZeta

Autoritarismo descarado

A los jóvenes organizados de San Juan Comalapa.

Desde que comenzó la emergencia por la pandemia del COVID-19, la falta de directrices claras para la atención de la emergencia, con enfoque de derechos y pertinencia cultural, ha sido una gran preocupación para los sectores progresistas del país, sabiendo que el impacto en la salud y la economía será aún mayor en los grupos más vulnerables de la población y, dentro de estos, los pueblos indígenas, como los más relegados históricamente.

A lo largo de estos meses y luego de distintas y erráticas disposiciones, se ha hecho evidente que la exclusión y la discriminación forman parte de las políticas de este Gobierno. Incluso antes de la emergencia, ya se escuchaban claras intenciones del presidente de eliminar las instituciones que surgieron a partir de la firma de los Acuerdos de Paz, en un esfuerzo por reducir la conflictividad del país que fue una de las raíces del conflicto armado interno. Instituciones como la Defensoría de la Mujer Indígena, el Consejo Nacional para el Cumplimiento de los Acuerdos de Paz, el Programa Nacional de Resarcimiento, entre otros, que funcionan en la defensa de los derechos humanos de los pueblos indígenas, dentro del marco del cumplimiento no solo de los Acuerdos de Paz, sino también dando seguimiento a sentencias por casos de crímenes contra la humanidad cometidos durante el conflicto armado interno en contra de poblaciones completas, como políticas de Estado.

Giammattei está ejecutando muy bien la función que le fue asignada por las expresiones económicas más rancias del país, las que niegan la historia y que también han saqueado y explotado a poblaciones enteras, negándole a los pueblos su derecho a decidir sobre sus territorios.

Sin ningún empacho, durante su reciente visita a San Juan Comalapa, el presidente Giammattei reveló sus altos niveles de racismo, intolerancia y desprecio hacia los pueblos indígenas, cuando interrumpió a una de las autoridades indígenas que leía el pronunciamiento de los mayas kakchiqueles de San Juan Sacatepéquez, afirmando que «la minería nos ha hecho sufrir mucho», a lo que el mandatario contestó «yo vine a un diálogo, no a oír una zarta de inconsistencias».

Al presidente le incomodó sobremanera que las autoridades demandaran hospitales y acceso a la salud, a lo que respondió preguntando cuánta de la gente que vende verdura en el lugar paga impuestos y asegurando que si se quiere hablar de equidad se deben formalizar, porque según sus criterios no se puede pedir buenos hospitales sin pagar impuestos, de a grolis. Parece contradictorio, pues, en sobradas presentaciones públicas, el presidente ha valorado las donaciones de los grandes capitales para el equipamiento de los hospitales, sin mencionar que esos trabajos se estén realizando gracias a los impuestos de los guatemaltecos.

Convenientemente, en pocos meses el presidente olvidó la millonaria ampliación presupuestaria y los altísimos préstamos aprobados por el Congreso de la República para la atención oportuna de la emergencia, olvidó también que sus incompetentes ministros no han logrado superar el 8 % de la ejecución destinada para salud.

Al presidente le incomodó que se le cuestionara sobre la falta de pago de los salarios del personal médico y de salud, justificando tres meses de trabajo no remunerados por el caso de un médico que agredió a una mujer, posiblemente refiréndose al director del Hospital de Villa Nueva, quien fue destituido hasta que la oficina del Procurador de los Derechos Humanos hizo públicas las denuncias de violencia sexual, psicológica y contra la mujer que se hicieran en contra del médico, y luego de que diversos medios cubrieron la noticia.

La juventud del lugar, vivaz y crítica, quería preguntarle al presidente ¿dónde están los recursos asignados para la emergencia?, una pregunta natural para la población, dadas las circunstancias en las que se encuentra el país. Sin embargo, su participación fue interrumpida abruptamente, pues, a criterio del mandatario, solo si fueran periodistas invitados a la conferencia podría contestarles, por lo tanto, si ellos quisieran hablar con él, tendrían que programar una reunión.

El presidente olvida, también, la obligación de las autoridades y de los funcionarios públicos a la rendición de cuentas, no se puede esperar llegar a ese puesto sin ser cuestionado.

Durante su visita, el presidente vistió un saco realizado con la indumentaria del lugar, lo cual más que un reconocimiento a los pueblos, puede interpretarse como un signo de apropiación cultural, idea que se refuerza más con su proceder.

Qué pésimos asesores tendrá Giammattei que no han podido sacarlo de su error y hacerle entender que diálogo no significa imponer su opinión a fuerza de desprecio, discriminación, discurso de odio y exclusión. Pero más preocupante es que su comportamiento dé indicios de un autoritarismo represivo que puede imponerse de un momento a otro si a sus expresiones se suman las acciones de la alianza oficialista que busca cooptar las Cortes y debilitar el Estado de derecho.

Qué lejano queda aquel país en el que su presidenta realizó una rueda con niños y niñas para explicarles todo lo que hasta ese momento se sabía sobre el virus, para que fueran esos niños y niñas agentes de difusión en sus hogares y comunidades de lo que ese día aprendieron y de lo que su gobierno haría para resguardar su salud.

Los grandes ganadores de esa visita, sin duda alguna, fueron esos jóvenes organizados que no están dispuestos a dejar de cuestionar, a callar, a evidenciar lo injusto y la opacidad de este Gobierno que está llevando al pueblo de Guatemala a la deriva. Gracias a esos jóvenes sabemos que ¡aún hay esperanza!

3 Comentarios

  1. Ernesto 20/07/2020

    Acertado y veráz lo expresado. Guatemala ya no tiene guía moral.

    Responder
  2. alfredo porras 20/07/2020

    Pero qué exagerados son ustedes, caramba!

    Responder
  3. Jose 23/07/2020

    Excelente

    Responder

Deje un comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked *

apoya a gAZeta