Un extraño día de los trabajadores
Carlos Enrique Fuentes Sánchez | Política y sociedad / EL EDUCADOR
Fue extraño. ¡Muy extraño! Un día de los trabajadores sin marchas, sin concentraciones, sin discursos, sin conmemoraciones, sin festividades. ¡Extraño! Apenas algunos trabajadores con pancartas alusivas, y algunos mensajes a través de las redes sociales, felicitando a los trabajadores de Guatemala y del mundo, recordando mártires, hombres y mujeres, y comparando las buenas condiciones de trabajo de algunos países con las imperantes en Guatemala histórica y la de este momento, donde miles de trabajadores han sido despedidos, donde otros miles de subempleados y miles de propietarios o pilotos de autobuses, microbuses y mototaxis se han quedado sin trabajo y no tienen cómo ni con qué sobrevivir. La Guatemala donde hay cientos de maestros que no tienen salario porque los trabajadores de planta del Ministerio de Educación no están o no estaban en funciones, lo que ha atrasado, aún más de lo normal, los trámites para liberar las partidas y pagarles a los trabajadores. Una Guatemala en donde también muchos maestros que iniciaron su proceso de jubilación tienen 10 o 15 meses sin recibir su pensión, porque su solvencia no sale de la Oficina de Recursos Humanos del Mineduc, dado que los funcionarios fueron cambiados o están en cuarentena por la enfermedad.
Lo anterior, falta de trabajo y condiciones para trabajar, ha provocado un recrudecimiento de la pobreza y la pobreza extrema y empiezan a haber noticias del avance de la desnutrición, sobre todo en oriente, también comienzan a aparecer cientos de banderas blancas, señal de necesitar alimentos, unas reales, donde verdaderamente necesitan ayuda y otras oportunistas, aprovechadas, pero en fin, todas, solicitando alimentos y otros tipos de apoyo porque el dinero de los préstamos solicitados por el presidente y aprobados por los diputados se ha quedado en sectores que no lo necesitan o en los bolsillos de gente que, en la mayoría de casos, no necesita la ayuda, en tanto que miles de trabajadores del comercio popular y otras personas verdaderamente necesitadas, no reciben la misma.
Un respiro a los trabajadores lo daría la aprobación forzada del Decreto15-2020, al que aún se oponen el presidente y los empresarios, que permitirá diferir los pagos de la telefonía, el agua y la energía eléctrica, pero el mismo se ve interrumpido porque, para gozar de este decreto, los usuarios deberán buscar las empresas y firmar un contrato individual. ¡Imagínese el tamaño de las filas que habrán de hacerse para firmar tales contratos! Pero claro, esto es ordenado por los jefes del país, la oligarquía nacional e internacional. Sería más fácil que el mecanismo de pago quede establecido por ley (decreto legislativo o acuerdo gubernativo) y que el pago de los meses mayo, junio y julio, fuese repartido en cantidades iguales durante los siguientes doce meses.
Tampoco ha sido un feliz día de los trabajadores para el personal de salud, médicos, enfermeros, conserjes administrativos, quienes, a pesar de las dificultades de no contar con el equipo de protección adecuado para evitar el contagio, se han mantenido en sus puestos de trabajo, haciendo lo posible y lo imposible por llevar salud y paz a los enfermos y contagiados. Nuestro reconocimiento para estos héroes, porque, aunque sea su trabajo, bien pudieron renunciar por salvaguardar su propia vida, pero no lo hicieron. ¡Felicitaciones y agradecimientos a ustedes, personal de salud! Y también a los trabajadores de la PNC que están cumpliendo su trabajo con decoro.
En fin, no fue un «feliz día de los trabajadores y trabajadoras» en el país y en el mundo, y el resto del año no pinta para mayores y mejores cambios. El llamado, entonces, es para continuar la lucha por los derechos de los trabajadores, tanto en el campo como en la ciudad, y el reconocimiento de que, en estas circunstancias insalubres, el pago de parte de los empresarios, debería ser más consciente y consecuente con las necesidades y el valor de los trabajadores que sacrifican salud por salario. Sigue siendo válido el llamado: «Trabajadores del mundo… ¡uníos!», porque de lo contrario, las cosas seguirán peor.
Por otro lado, relajar las medidas y permitir la reapertura de plazas comerciales o centros de conveniencia es imprudente. Si bien es cierto que permite el retorno de algunos miles de trabajadores, también propicia más posibilidades de contagio. Si con las medidas impuestas anteriormente (toque de queda de 4 p. m. a 4 a. m. y cierre de plazas) el contagio aumentó considerablemente (más de 600 actualmente), se puede usted imaginar qué pasará en los próximos días, dado que un sector de la población no quiere entender la importancia de las restricciones sanitarias para preservar la salud y otro sector que, aun dándole importancia a tales restricciones, se ve obligado a salir por razones de trabajo y sobreviviencia. Pero el mandato empresarial para con el presidente es eso, una orden que debe cumplirse.
Y hacia el futuro inmediato, igual pasará el 10 de mayo, el Día de la Madre, tradición guatemalteca de ofrecer reconocimiento a las madres, quienes se verán obligadas a no celebrar o a celebrar en el propio hogar, con comida hecha en casa o con comida solicitada un determinado restaurante. Si bien lo que se valora es el amor demostrado hacia ese ser querido, para nadie es un secreto que muchos hijos y nietos prefieren llevar a su madre o abuela a un «buen restaurante», a degustar lo que la madre prefiera. Hoy no habrá tales salidas. Hoy los hijos, los que puedan, pues hay muchos que no podrán por haberse quedado sin trabajo, deberán atender a mamá en la casa de ella y apegarse a sus reglas. Lo más importante es estar con ella y alegrarle este día y todos los que le queden de vida, en tanto pasa esta crisis. ¡Feliz Día de la Madre a todas las madres, que también todas son trabajadoras!
Carlos Enrique Fuentes Sánchez
Pedagogo y Educador, con 40 años de experiencia docente en los diferentes niveles del Sistema Educativo nacional; surgido de los barrios pobres de la Capital pero formado en diferentes departamentos de la republica. participante y decisor en procesos y redacción de documentos de trascendencia en la educación nacional en los últimos años. Asqueado de la historia de injusticia social que vive Guatemala desde la invasión Española, así como de la historia de masacres y crímenes políticos sufridos por la población, aspira a una Guatemala diferente, justa, democrática y humana, a la cual se pueda llegar por medio de una educación popular y revolucionaria, para todos y todas.
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