El cometa ATLAS
Edgar Castro Bathen | Para no extinguirnos / SKYVAGABOND
Un cometa se acerca y podría ser visible a simple vista en los últimos días del mes de abril. Se trata del cometa ATLAS C/2019 Y4. Se llama ATLAS porque fue descubierto por los astrónomos del Asteroid Terrestrial Last Alert System, en diciembre de 2019.
A la fecha en que escribo este reporte -29 de marzo-, el cometa se localiza en la constelación de la Osa Mayor, en el norte, moviéndose hacia la constelación de Perseo. Tiene una magnitud de 8 y se estima que subirá su brillo hasta llegar a tener magnitud de -5, es decir, visible a simple vista, más brillante que Venus.
Se encuentra a 1.05 unidades astronómicas de distancia, lo cual es igual a 157 millones de kilómetros del Sol, pero esa distancia se acorta cada día hasta llegar a su perihelio, que será el 31 de mayo de 2020.
Para los astrónomos, estudiantes de astronomía y aficionados en general a esta ciencia, son días de emoción y se aprestan a localizarlo con las efemérides publicadas para el efecto.
Órbita del cometa
Este cometa viene en una órbita inclinada a 45° con relación al plano de la eclíptica, es decir, al plano en que se mueven los planetas. Por eso, visto desde la Tierra, vendrá por el norte desplazándose hacia el noroeste. Se origina probablemente de la nube de Oort, una esfera teórica de miles de rocas cubiertas de hielo que rodea el sistema solar. Cuando una estrella pasa cerca, perturba su órbita y se dejan caer hacia el sol, rodeándolo en una órbita parabólica o hiperbólica y desapareciendo después de su perihelio.
Guardia internacional
Los astrónomos aficionados y profesionales de todo el mundo, incluyendo los de Guatemala, se aprestan a observar y fotografiar este astro que promete ser el cometa brillante de 2020. Sin embargo, hay que ser precavidos porque los cometas son muy «berrinchudos» y cambiantes. Esto es debido a que su estructura interna no se conoce bien, y podría ser poco resistente a su acercamiento al Sol, o bien, como en el caso del cometa Hale Bop en 1996, tener un núcleo bien estructurado que forme dos colas y sea un gran espectáculo para los observadores del cielo.
Temor a los cometas
Durante muchos siglos se tuvo temor a los cometas. Los antiguos astrónomos/astrólogos los asociaban a desgracias locales, como enfermedades, guerras o la muerte de un emperador. La ciencia ha demostrado que solamente son rocas con hielo incrustado, sin ninguna relación con los eventos de los humanos en la Tierra. Son embargo, hoy existe el temor de que se dé una colisión contra la Tierra, con sus consecuencias nefastas. Este cometa pasará a 117 millones de kilómetros de nuestro planeta, así que podemos estar tranquilos.
Fotografía principal, el cometa ATLAS, captado el 28 de marzo de 2020, por el astrofotógrafo guatemalteco, Nery Martínez.
Edgar Castro Bathen
Guatemalteco, ingeniero en Sistemas, diplomado en Astronomía y Astrofísica Básica por la Universidad Galileo. Observador del cielo, divulgador, columnista y profesor de Astronomía. Ha publicado más de 400 artículos de astronomía en medios escritos y participado en decenas de entrevistas en radio y televisión. Es autor del libro Curiosidades de nuestro universo.
Correo: [email protected]
Excelente documento, Ingeniero.
Felicidades!
Muy buena explicación que hace que estemos más a la expectativa del Cometa.
El Porqué las Culturas de la Edad de Piedra no Registraron al Cometa Átlas y no se Trata de un Cambio Climático, sino de la Aproximación de la Cuarta Deriva Continental.
“Cuarta deriva continental que cada día arroja más síntomas de su aproximación; debido al descongelamiento de los polos; por el calentamiento de los océanos, que provocarán nuevamente la flotabilidad y traslado de las placas tectónicas, con sus preliminares reacomodos climáticos y geológicos. Que ya se están adelantando o se suman al aumento inusual de la temperatura de los mares, como son: el enrojecimiento de ríos, recurrencias de terremotos, de erupciones volcánicas, de huracanes, de nevadas, sequías e inundaciones y cambios drásticos del clima.
Pero la ciencia vigente, continúa confundiendo la presente sintomatología geológica, que ocurre actualmente y que anuncia la aproximación de este traslado continental. La erudición actual, está más influenciada por los intereses de la élite mundial dominante, que por la verdad, y se empecina en defender y resaltar un desacierto que han denominado cambio climático. Que asevera errónea y mediáticamente: que los cambios presentes terminarán con la actual era, la del productivo holoceno; para ingresar a un catastrófico antropoceno; y equivocadamente añaden, que dichos síntomas climáticos, se deben a la emisión de gases de efecto invernadero.
Nunca he tratado de negar un evidente cambio climático, ni lo haré; sino de responder, al hecho de atribuir estos bruscos cambios ambientales a la contaminación humana, para interesadamente responsabilizar de esta hecatombe a infinidad de entidades productivas y competitivas. Argumento que debe ser menos creíble en un mercado mundial que sufre una constante lucha por su oligopólización. Tampoco se trata de apoyar la contaminación ambiental industrial, sino que; no se debe usar este falso argumento, para indicar las causas de estos cambios ambientales. A continuación expongo: el por qué esta patraña, a embelesado igualmente a la ciencia actual.
Principalmente, por ella no percatarse de un error básico; el de haberse solo anclado en el fechado exacto del carbono, y que hasta el día de hoy no toma en cuenta que hace cuatro mil quinientos cuarenta y cuatro años, todos los cuerpos permeables de este planeta, fueron inundados por aguas siderales del cometa Atlas; aguas contenedoras de una sopa química, con carbono mucho mas antiguo, y que al cometa pasar muy cerca de la tierra, su cola anegó todo el orbe, con sus aguas cósmicas (en ese entonces, la tierra era un solo continente o Pangea) y así se contaminó el carbono original de todos los cuerpos permeables existentes, en aquella época (esto se demuestra solo con revisar la diferenciación de la permeabilidad entre dos cuerpos hallados en un mismo sitio arqueológico, que contradictoriamente arrojan entre ellos diferencias abismales, de millones de años a miles de años, entre uno y otro, solo por tener diferente permeabilidad; habiendo sido extraídos del mismo sitio, contraviniendo esto las exactas dataciones del carbono. Por esos los datadores añaden tantos millones de años a las eras y a las edades de la tierra).
Esta mezcla química estelar, que se combinó con nuestras aguas oceánicas, provocó este malentendido y alteró falsamente todos los fechados de las ciertísimas dataciones de carbono, anteriores a este evento astral. Por eso hoy la maestría científica continúa confundiendo la datación de las eras geológicas y la edad de la tierra. Por consiguiente, la ciencia vigente, ni siquiera sospecha del advenimiento tan cercano de una deriva continental.
Este cometa Atlas, fue el que causó el diluvio bíblico en la Pangea original y produjo la aniquilación mundial de aquel entonces, y por eso, estos antediluvianos, no pudieron reseñar en sus escritos este evento global. Esta Pangea, después del diluvio con agua sideral, a causa de la filtración freática y el desequilibrio que produjo este exceso de agua, se divide en continentes, que posteriormente derivan; aguas que provocaron que flotaran y navegaran las placas tectónicas (Con Peleg fue la primera división geológica o deriva continental bíblica; luego la segunda con Josué, como observador y viajero continental que fue, porque también él derivó, y él vio y creyó que era una “detención del sol y la luna” o el día perdido; y la tercera deriva fue con el rey Ezequías, con el retroceso de la sombra del reloj solar de Acaz).
Siguientemente, al irse congelando el agua en los polos, los niveles oceánicos bajaron. Pero actualmente, al descongelarse parte de los polos, por el aumento de la temperatura, y al procurar estas aguas descongeladas subir los niveles oceánicos, las placas tectónicas tenderán a flotar nuevamente y ahora regresarán a su origen; para otra vez conformar la Pangea original o único continente. Terminándose o cerrándose la ultima fase de este ciclo cinético del agua oceánica, que se activa a través del nivel freático subyacente en las placas tectónicas, para derivarlas o regresarlas o retrogradarlas a su punto de origen.
Este ciclo cinético hídrico, que denominaría: ciclo cinídrico, se inició con las aguas del diluvio universal o la inundación provocada por la cercanía al planeta, de la cola de este cometa Atlas, que anegó la Pangea y finalmente terminó filtrándola, desequilibrándola y separándola, según sus placas tectónicas y por último derivándolas a través de los niveles freáticos subyacentes en ellas, posicionando después los continentes actuales. Esta diatriba está descrita cronológicamente, en el libro: “Crónica Bíblica”, publicado en el año 2003, y en libro digital gratuito: “Veneciuela Matriz de la Historia Universal”: https://lucasblancoacosta.cronicabiblica.com/veneciuela.html Libro escrito en el año 2006; y también en algunos artículos cortos, pero orientadores de este tema, que están en mi Facebook.
Incluir el diluvio universal bíblico en esta perístasis, es como confrontar directamente la ciencia con la teología; en este ámbito, la arqueología es quien representaría a la ciencia; y esta ha encontrado en numerosas culturas registros del diluvio universal.
Existen escritos y testimonios de este acontecimiento en las culturas sumerias y acádicas, también en la cultura china, nipona, amerindia, etc. Entre ellas sobresalen las tablillas sumerias de barro, con la escritura mas antigua hasta ahora conocida, la cuneiforme o de cuñas, que registran este suceso con el nombre de la Epopeya de Gilgamés; que es un relato idéntico al que está en el libro bíblico de Génesis.
También, por estas mismas fechas, la astronomía fija el “coincidente” tránsito de este cometa Atlas, que pasa muy cerca de la tierra y también su fecha de paso concuerda con el de la cronología bíblica; pero su reseña o testimonio, tampoco se consigue en las escrituras de estas culturas postdiluvianas mencionadas. Pero si, en el libro bíblico de Génesis; al citar este en su narrativa, cuando dice: “las cataratas de los cielos fueron abiertas” y que esto también se traduce: “las aguas del elevado firmamento fueron derramadas” o “ las aguas siderales fueron derramadas”.
Entonces, estamos frente a un desarrollo normal de los ciclos cinídricos y cinegeológicos, producidos por el desequilibrio causado por aguas cósmicas y no por ninguna contaminación ambiental humana, que llegue al grado de suscitar un cambio climático de éstas proporciones.”
Extraído de: El Cataclismo Mundial y los Sorprendentes Dibujos Proféticos de Parravicini
https://www.facebook.com/100002931477808/posts/pfbid02Szv5ZYVfQZSc41qhD16QonCjUGWWMyFdFJVt5YVe1DD74bcWQ8zyNpLrBNXQMpB3l/?app=fbl