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El machismo

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El machismo

Byron R.Titus | Política y sociedad / TRANSFORMACIÓN

Mi apoyo y respeto a toda la comunidad LBGTIQ de Guatemala y el mundo.

Como no soy escritor, pero aficionado a la lectura y las buenas historias, me ha costado mucho trabajo continuar un libro que, sin mentira, empecé ya hace casi ocho años y no parece aterrizar. Allí lo tengo, como aquella cosa que no sabes si es fruta o vegetal porque se niega a definirse. Trata sobre conversaciones sostenidas con una joven, La Marcela (personaje principal), que en los años setenta estaba adelantada a su época. Entre las cosas sobre las que conversan los personajes, está el machismo.

El tema del machismo, aquí me pongo los guates de látex para tratar ese tema (¿qué inmundicia no?), ha regresado a golpear cuando mis compinches de Guatemala me compartieron un video en el que un representante del pueblo –el diputado Aldo Dávila– se ve obligado a desalojar el recinto debido al acoso sexual de que es víctima por ser gay.

¡Qué hijos de p…!, pensé para mis adentros, me dio vergüenza ajena que ninguno de los presentes haya tenido el mínimo coraje de exigir respeto para su colega y abandonar el recinto detrás de Aldo. ¡Vergüenza! Qué grupillo más m… y repudiable de cobardes.

Pero, a decir verdad, más vergüenza deberían sentir ustedes, los que los eligen, los cómplices de tal injusticia. Los cobardes que ante este insulto no van a manifestarse frente al Congreso a exigir la renuncia de tales personas.

Pero, volviendo al video, se observa al Sr. Dávila tomar sus cosas ofendido y ya cansado de tanta humillación, abandonar el recinto,donde fue electo en representación de algunos de nosotros. Lo siento mucho Sr. Dávila, lo siento mucho Aldo, vos te merecés más respeto, pero aunque no lo creás, esa bola de ignorantes es el resultado de todo un proceso deforme de machismo. Increíblemente, víctimas, pero de la ignorancia.

Decía La Marcela, en la narración del libro, que de acuerdo a ella «el machismo enquistado en nuestra suciedad (sociedad), se empieza a manifestar cuando la mujer queda embarazada». Cuando se opina… «ojalá sea varón», u «ojalá sea nena, pues ya tengo el varoncito». Seguido, observa La Marcela que el «varoncito», inlcuso antes de tener conciencia, tiene un lugar privilegiado en el hogar, más aun si hay hermanitas en la familia. Así se empieza a desarrollar ese mito del «varón de la casa», «mijo el bachiller», «mijo el Doctor» y así todo aquel pozo ciego cultural se encarga de formar «el macho perfecto» y perpetuar el tal machismo.

Hará unos diez años –cómo pasa el tiempo–, fui a visitar a mi tío a Patulul, Suchitepéquez. En medio de la conversación y para mi sorpresa me pregunta «¿Y en tu casa, quien lleva los pantalones, vos o tu mujer?». Con esa pregunta me regresó de golpe a aquel mundillo de ignorancia donde todavía se concibe la vida de esa forma, donde solo hay dos géneros, el masculino y el femenino, y en la que uno prevalece sobre del otro. El masculino es «el sexo fuerte» y el femenino «el sexo débil». ¡Qué mierda!, grité para mis adentros, han pasado todos estos años y seguimos empantanados en los días de la Inquisición.

La madre, decía La Marcela en mi libro, continúa alimentando ese machismo al acostumbrar a lavarle y plancharle su ropita al patojo, a servirle de primero, a que se siente a «la cabeza de la mesa». Su mineral si amaneció de goma el nene… Es aceptable que sea «traidero», ¿por qué no, no es hombre pues? Que sea irresponsable en el amor y hasta deje hijos regados, ¿para eso es hombre, no? Que trate a los demás con superioridad… porque es hombre y por eso manda, «tiene carácter», dicen.

Así opinaba La Marcela: la construcción del macho ha sido paulatina, un esfuerzo verdaderamente colaborativo, ha durado siglos de domesticación, y como otras cosas va a tomar siglos su transformación. Pero lo que est@s retrógrad@s machistas deben tener bien clarito, es que a Aldo, y todos los Aldos y Aldas, se le respeta, porque en la sociedad, según muchos, y me incluyo yo, TOD@S tienen su lugar. No mejor ni peor, pero igual que los demás.

Byron R.Titus

Originario de los Llanos de Gerona (barrio Gerona), zona 1, ciudad de Guatemala. Hoy, ciudadano del mundo. Sociólogo, investigador científico y transformador. Conferencista y asesor internacional. Fundador y director del Centro de Transformación a la Excelencia. Amante de la libertad y las artes. Reside fuera de Guatemala.

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