Giammattei, autoritarismo y desgobierno
Pasados menos de dos meses de gestión, el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, mantiene un comportamiento errático y autoritario, al que agrega manifestaciones irrespetuosas y abusivas contra miembros de otros poderes del Estado y ciudadanos comunes.
Su inescrupuloso y abusivo comportamiento esta semana llegó a tal extremo de haber calificado de «esperpento» (persona o cosa que destaca por su fealdad, desaliño o apariencia ridícula o grotesca) a un diputado de oposición, quien, ante las vulgares ofensas homófobas de otros diputados, abandonó molesto e irritado el pleno.
La actitud presidencial evidencia, una vez más, que, aunque en el primer turno fue preferido por apenas 12.96 % de los votos válidos, pretende imponer su única visión del poder y del Estado, negándose a considerar las exigencias de los diversos sectores de la sociedad que, si bien votaron por él en el segundo turno, no compartían su visión estrecha y anquilosada de país.
Sin medir el efecto que sobre las finanzas públicas pueden tener sus palabras, desconociendo los procesos judiciales en curso, se ha pronunciado en defensa de los empresarios evasores que, contumaces, han debido ser denunciados penalmente por las prácticas delincuenciales utilizadas para evadir cargas impositivas.
Con su oratoria peculiar, calificó todos los juicios penales contra empresarios de «persecución estúpida», con lo que probablemente se ganó los aplausos de algunos empresarios, pero ha desautorizado todo el trabajo de investigación que el Ministerio Público y la SAT, en su momento, debieron realizar para construir esos casos que tienen tras las rejas u obligaron al pago de cuantiosas multas a algunos de los grandes evasores. Sin conocimiento profundo de causa, pero sabiendo el impacto que tienen sus palabras, pidió al Ministerio Público que los regrese al fuero administrativo, como si esa fase no hubiese sido ya superada. Además, ningún beneficio fiscal tendrá el Estado si sus palabras llegaran a convertirse en hechos.
El presidente se immiscuye en acciones y decisiones de otros organismos del Estado que gozan de autonomía constitucional. Los jefes del MP y la SAT, aunque son nombrados en última instancia por el Ejecutivo, no son sus empleados directos. Por lo tanto, pedir la eliminación automática de la persecución penal de esos casos no solo raya en una arbitraria y autoria intromisión que, evidentemente, tiene visos de ilegalidad, también es, sin más y usando sus propios improperios, un «esperpento».
El presidente Giammattei está devolviendo a los empresarios el apoyo financiero que, legal y posiblemente de manera ilegal, le proporcionaron durante sus cinco campañas electorales, sin llegar a dimensionar que con su público tráfico de influencias está poniendo en riesgo todo el andamiaje legal del ya endeble Estado guatemalteco.
Esta declaración es un insulto al pueblo de Guatemala, al trabajador común y corriente que cumple religiosamente con el pago de sus impuestos, además, hace de la evasión y la trampa fiscal instrumentos que el Ejecutivo apoya públicamente. ¿Quiere acaso el presidente Giammattei legalizar la evasión fiscal de los grandes empresarios?
Si, como demuestran los estudios fiscales, más del 80 % de los ingresos tributarios provienen de los aportes de los pequeños contribuyentes y trabajadores, ¿pretenderá el presidente hacer sobrevivir al Estado solo con esos recursos?
En todas las sociedades desarrolladas es al gran capital, es decir, quienes acumulan las más grandes ganancias, al que se le imponen tributaciones más altas, fundamentalmente porque esas riquezas se han construido a costa y a partir del esfuerzo de los trabajadores que obtienen limitados salarios. Sin una verdadera clase capitalista, que supere a la lumpen oligarquía rentista que gobierna el país, no habrá mejora en el funcionamiento del Estado, mucho menos superación de nuestros ya abismales índices de pobreza y desnutrición.
Y cerrando con broche de oro su errático comportamiento autoritario, el presidente consiguió que el Congreso aprobara, conforme el Decreto 5-2020, el Estado de calamidad pública, producto de la pandemia del coronavirus, en el que, sin externar de manera clara las medidas a tomar para proteger a la población del contagio, se han aprobado fondos por 230 millones de quetzales, que el Gobierno podrá usar sin mayor control ni supervisión, dejando la puerta abierta para la realización de negocios nada transparentes y proclives a la corrupción.
Es de esperar que algunos de sus asesores le orienten y estimulen a reducir su violenta e irresponsable verborragia, a pensarse presidente de todos los guatemaltecos y dejar de ser el simple intermediario prepotente de lo peor del empresariado chapín, ese que se congratula por tener luz verde para evadir el pago de sus impuestos.
Creo que este editorial está sumamente exagerado.
Siempre exageran los alcances de las acciones de los presidentes. Antes y después de Otto Pérez Molina, hemos elegido a los mejores gobernantes de todos los tiempos. Todos son íconos en las mejores facultades de ciencias políticas en el mundo.
Para excelente lo que pasa es que ya sienten pasos loa corruptos que el presidente vaya mas allá y pireso tienen miedo el que nada debe nada teme yo conozco una persona que trabaja en el congreso con 6to primaria mientras que tanto guatemalteco universitarios con capacidades muy elevadas buscando trabajo con sueldos bajos y estas personas con ignorancia que por cuello esta ahí ganando salarios elevados y otra cosa como ya sacaron al ejercito ya no va ver plata pues para mi esta haciendo muy buen trabajo con ejemplo al morales ese payaso que solo calentaba la silla presidencial solo digo heeee no es para ofender a nadie al que le venga el guante que se lo plante y al señor presidente siga como va
No comparto la opinión de este editorial ..!
No es que sea exagerado en poder, el presidente está actuando como muchos ediles anteriores lo hubiesen y debieron a ver hecho. Y las demás organizaciones y entidades del gobierno que está en contra del presidente son aquellos que se han aprovechado de las finanzas de los guatemaltecos. Es el momento que alguien le ponga un freno a todos los corruptos que años atrás han hecho de las suyas en el gobierno y el estado de Guatemala. ADELANTE PRESIDENTE EL PUEBLO ESTÁ DE SU LADO Y PELEAREMOS A SU LADO Y A SU DEFENSA PARA EL BIEN COMÚN DE CADA GUATEMALTECO..
Es triste este tipo de editoriales q se presten alo más basura q es tratar de hacer daño y críticas q no bueb n al caso si están viendo q el mundo se está calledon a pesados y ellos defendiendo lo indefendible y la mayoría de buenos guatemaltecos apoyamos a nuestro presidente y dejen de ser resentidos y de lado no se presten a esa forma de editar cosas q no vienen al caso
Los de este editorial seguramente votaron por Sandra.
Señores no publiquen basura, en parte tienen razón con sus críticas pero a nosotros nos interesa que se combata la delincuencia, desnutrición etc. Si es abusivo o no el presidente es lo de menos