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Poemas de Melissa Merlo

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Poemas de Melissa Merlo

-Melissa Merlo | POESÍA

Para amarte más

Una semana para amarte, o dos, para amarte un poco más.
Que los siete días se conviertan en un reloj detenido con las manecillas enredadas entre las sábanas.
Cerraré la puerta, con llave.
El lunes encenderé tu piel. Calentaré mis manos ahuecando la taza de café, y con su aroma entre mis dedos pintaré en tu espalda una flor de cerezo.
El martes me divertiré en tus cabellos. En todos. Los ungiré con bálsamo de jazmines, y los haré colochitos con mis manos. Me ataré con ellos a una estrella.
El miércoles maquillaré tus ojos con los colores del tiempo. Mediré en ellos la profundidad de tu amor. Espero caerme al vacío. Los cerraré a besos para que me sueñes despierto.
El jueves serás mi corcel dorado. Cabalgaré el día sobre tus fuerzas. Con espuelas de seda motivaré tus ingles, y repartiré besos y caricias en cada trote.
El viernes trabajaré en tus manos. Con la suavidad de una amapola las llevaré a pasear por la geografía de mi cuerpo. Montañas, fuentes, curvas, pendientes, bosques, serán el lienzo leve de tus dedos.
El sábado te mostraré mi danza del vientre. Cantarán mis caderas para ti y sobre ti hasta que las cuentas doradas atadas a mi cintura rocen tus labios.
El domingo, ah mejor que tus oídos no sepan lo que haré el domingo después del fútbol. No te diré que ataré tus manos a los minutos de una hora interminable. Mejor no te digo que las cervezas estarán frías y mis manos calientes. No te cuento que repartiré los segundos en pequeños besos que suban por tu pecho, mientras te acomodo para el amor. Mejor no te lo digo.

Poema inédito


Eco

Esta tarde soy el eco de tu risa lejana,
el ir y venir del colibrí a la flor de mi naranjo.
Soy la huella de tus palabras bajando de mis sábanas,
la cabellera que recuerda el viento de tus manos.
El silencio soy, dorado y enjuto como la línea del horizonte en mi montaña,
soy lluvia que cae en perlas sobre las mejillas del rosal.

Esta tarde soy la luz errante entre las hojas del mango,
soy la florcita morada más pequeña, bajo tu sombra ausente.
La noche que viene soy, tibia y húmeda,
soy la palidez de tu rostro exquisito.
La comisura de tus labios cantores, eso soy.
En tarde soy la vida que espera los versos de tu boca.
Soy la copa de vino que embriaga tus silencios.
El éxtasis dormido en el fuego de tu nombre, eso soy.
En esta tarde soy el eco inevitable de un conjuro de amor.

(De Para amarte la palabra. Sofos Editores, Honduras, 2019.)


Muerte súbita

Los párpados de la noche me llaman a casa,
pero ya no hay azul que hable de mañanas pendientes en la vereda de tus ojos.
Ya no caminan por mis besos tus labios de silencio,
no me hierve en la mirada tu recuerdo.
Me congelo en el blanco de esa nube que te cubre la memoria,
me destrozo en el granizo que cae y rompe la silueta de los charcos.
Voy a paso corto, zapateado, y recorro con precisión de ciego la calle sin luna.
Me muevo con sigilo de felino en apuros de amor,
lamo mis cicatrices como si llevaran tu nombre.
Tomo de un zarpazo las estrellas que han caído en la acera y las pongo en mi cara distorsionada por las esquirlas del recuerdo.
Amor duro, falto de aroma, preso del marco oscuro de una retratera inflamable,
caja de fósforos mojados por el sudor de la tetera,
torre de naipes sobre una barca de papel.

(De Para amarte la palabra. Sofos Editores, Honduras, 2019.)


Viacrucis de la pasión de mi nombre en tus labios

Sigue así amor,
con mi nombre cosido a la cintura de tu lengua reposada en mi polen.
Pronúncialo fuerte,
que cuando lo haces se deshojan las lágrimas de un corazón de león.
Desgrana sus letras,
y por cada una que caiga en el centro de mis ojos, susurraré una herejía.
Saboréalo,
que está bañado con mieles de los árboles plantados por mis padres.
Bebe sus rumores,
porque lleva los secretos que tus ojos adivinan en mi piel compartida.
Sigue así amor.
Pronuncia mi nombre,
desgrana sus letras,
saboréalo,
bebe sus rumores,
hasta que mis manos solitarias construyan tus rincones…
y mi boca cumpla la sentencia de perseguirlo cuando camina por tus labios.

(De Para amarte la palabra. Sofos Editores, Honduras, 2019.)


Mar de mí

A J.R. Molina

En el abismo de mi misma me sumerjo,
como quien nada en un océano infinito,
hacia el azul profundo me llevan mis brazadas
hacia donde me espero voy.

Juego con las algas de mis pensamientos
mi cuerpo no recuerda más su esencia
mis pechos se desnudan de corpiños
de escamas doradas se visten mis caderas.

No volveré más a tierra firme
los versos del mar son vida y muerte
hacen remolinos de amor y desenfreno
acarician el alma con voces lejanas.

En botellas mensajeras navegan los versos
lloran las penas de amantes solitarios
se deshacen en mis manos
saben a sal y a infortunio.

En las tardes de luna subo al horizonte
corto los anzuelos que se atan a mi alma
dejo oír mi canto que confunde el norte de los barcos
y un pescador me piensa desde su orilla.

(De Para amarte la palabra. Sofos Editores, Honduras, 2019.)


Melissa Merlo

Poeta, narradora y ensayista. Miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Honduras. Es Licenciada en Literatura por la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán. Máster en Educación por la Universidad de Lincoln, Nebraska, Estados Unidos. Ha hecho radio, teatro y cine. Actualmente es catedrática de literatura y didáctica en la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán y coordina el Centro de Investigación y Estudios en Lengua y Literatura CIELL. www.melissamerlo.blogspot.com

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1 comentario

  1. Gaspar Jover 09/04/2020

    El uso del verso libre es en el poema «Para amarte más» muy libre, y con eso creo que la autora demuestra seguridad en sus posibilidades.

    Responder

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