Mujeres de maíz (V)
Marco Vinicio Mejía | Arte/cultura / TRINCHERA DE FLORES
Mujer, una vez más,
la nívea carrera
de las nubes
muestra lo pasmado
de mantenerse
en aplazada fuga.
El nimbo estará ahí,
tenaz en su apego
cuando tú, cuando yo,
el polvo y la ceniza,
por el paso de los días
solo quede lo pasajero.
Perdura lo perecedero,
la engreída planta
que ignora la tortuga,
ese blando quelonio
que avizora la eternidad
con oquedades de cielo.
La resonancia sin música,
la promesa sin tonada,
yacer sin grito de delirio,
los baluartes del maíz,
los ofuscados montes,
somos hijos sin nombres.
Amanillados a la conciencia,
esa domadora del tiempo,
nos movemos de ambrosía,
desprovistos de los párpados
para distraernos sin tregua
del porvenir de la fragancia.
Oh, vanidad de creer
que se nace o se muere,
cuando lo único posible
es el agujero en el papel,
el embrión que nos sigue,
amo de quimeras y olvidos.
Imagen principal de César Augusto Samayoa.
Marco Vinicio Mejía
Profesor universitario en doctorados y maestrías; amante de la filosofía, aspirante a jurista; sobreviviente del grupo literario La rial academia; lo mejor, padre de familia.
Correo: [email protected]