Preguntas
Rodrigo Pérez Nieves | Política y sociedad / PIEDRA DE TROPIEZO
¿Qué somos? ¿A dónde vamos? ¿Quiénes seremos? Caben infinidad de preguntas con millones de respuestas. Respuestas que, como es de suponer, molestarán a muchos ¿Qué somos? ¡Nada! No existimos como seres que luchan, no pertenecemos a un pueblo digno de ese respeto individual y engrandecido cuando se habla en plural. Somos parte de una gleba, siervos que un día hincaron sus rodillas por un televisor, un auto, o un refrigerador. Gente que cuando gira el cuello, no lo hace buscando el punto de partida, trata de buscar una justificación. Hay millones de razones para justificar lo que no hicimos, yo me incluyo en esa lista.
¿Y otros pueblos? Sencillamente hicieron, salieron, protestaron, pelearon. Nosotros no.
¿Somos alguien? ¡Nada! Una simple turba dividida, tratando de echarle la culpa a las pasadas o futuras generaciones. Espero sepan disculparme mis susceptibles «compatriotas», los que no vienen de abajo como la mayoría, los que nunca han trabajado ocho horas, los que «inventan», los que no quieren evolucionar donde todo está inventado. Los que la vida se resume en una eterna fiesta, los que piden tenis de marca y marchan con ellos puestos a protestar. Los que viven acostumbrados a esperar su semana, los hijos de papi, los peores, que llegan y no quieren enfrentar la realidad.
¿Qué somos? Caben tantas respuestas. Somos la vergüenza de nuestros antepasados, los destructores de nuestra herencia, los que legamos ruinas, lamentos, manos caídas y silencio. Cargando en las mochilas millones de «peros» que justifiquen un día la ausencia de huevos. ¡Duele eh!, ¿molesta leer o escuchar estas cosas? No fuimos educados para escuchar verdades, nos gustan las medias verdades.
¿A dónde vamos? Como se vislumbra el futuro a un punto equivocado de aquel horizonte que una vez pensamos era finito, será necesario el paso de varias generaciones posteriores a la nuestra para curar todo el daño producido en mentes y corazones.
¿Quiénes seremos? Pésele a quien le pese y duélale a quien le duela, seremos un mal recuerdo para varias generaciones futuras. Esta es la parte que nadie desea leer o escuchar, este es el capítulo de nuestras vidas que pocos desean publicar, pero será así. Hay quienes hoy se mofan al decir que pertenecemos a un país digno por variadas razones. Tienen mucha razón, somos parte de un pueblo digno, pero dignos de una lástima inmensurable.
¿Qué seremos? Pregúntenle a miles que un día cantaron y creyeron: ¡Guatemala feliz, que tus aras! Una utopía.
Imagen principal tomada de Laicismo.
Rodrigo Pérez Nieves
Ingeniero graduado en Alemania, columnista durante 12 años en el periódico El Quetzalteco, con la columna Piedra de tropiezo. Colaborador con los grupos culturales de Quetzaltenango y Coatepeque. Catedrático en la URL en la carrera de Ingeniería Industrial, sede Quetzaltenango. Libros escritos: Pathos entrópico (poesía y prosa), Cantinas, nostalgias de un pasado y el libro de texto universitario Procesos de Manufactura.
Correo: [email protected]
Somos parte ó componentes de un proceso que otras culturas ya pasaron ó vivieron y/ó que ya superaron pero que sin duda también sufrieron los lapsus que nos está tocando vivir. Mi sencilla opinión mi querido Rodrigaso.
Sencillamente somos eso, estamos entre la gente que todo lo toma a broma, a todo le saca chiste, que no tenemos aspiraciones a nada más que a conseguir un trabajito para tener con que comprar que comer y Siempre pensando en una jubilación.