Confusión cómplice de los opositores en el Congreso
–gAZeta | INFORMES gAZeta–
Las primeras sesiones plenarias de la Novena Legislatura guatemalteca dejan entrever un futuro pesimista para la democracia. Los opositores no lo son tanto, y quienes conforman el tractor de intereses espurios, que por sus propias necesidades son autoritarios, se mueven en el hemiciclo como peces más que acostumbrados a las lodosas y mal olientes aguas.
La sesión del pasado 20 de febrero puede servir de muestra de la coherencia con la que el autoritarismo del tractor oficialista está actuando. Detrás de la sonrisa a veces ingenua, a veces cínica del presidente del Congreso, el diputado del partido oficial Allan Rodríguez, está la clara disposición de satisfacer todas y cada una de las demandas del pacto de impunidad y corrupción que en los dos últimos años de la anterior Legislatura se impuso.
El único punto de agenda era discutir en tercera lectura la iniciativa 4818, presentada en abril de 2014 por el diputado Stuardo Chinchilla de la agrupación CREO, y que pretende, supuestamente, facilitar el acceso a la vivienda social. Iniciativa de corte marcadamente populista y de escaso o nulo efecto para resolver el agudo problema de la vivienda, en particular porque no tiene por delante una inversión masiva de recursos públicos para realizarla, estando imposibilitados de acceder a ese crédito los que no tienen empleador o ingresos asegurados. Es una ley, como tantas otras, que simplemente evidencia el problema pero no lo resuelve de raíz.
Con un debate marcado por la urgencia, la iniciativa fue aprobada con 92 votos a favor, es decir, el tractor oficialista y algunos votos más, lo cual muestra las fisuras en los distintos bloques. Mientras de parte de la UNE, además del grupo de Vargas, votaron a favor de la iniciativa Carlos Barreda y Mario Tarecena; emitieron su voto en contra Orlando Blanco y Jairo Flores. Siendo una iniciativa que viene discutiéndose desde la Séptima Legislatura, es decir, desde hace seis años, es extraño que la UNE no haya presentado una votación en bloque, fuese a favor o en contra.
Las izquierdas hicieron también público su desorden, anarquismo o desconocimiento del texto, pues mientras los diputados Félix y Saloj de la URNG, junto a la jefa de bancada de Winaq, Sonia Gutiérrez Raguay, se posicionaron en contra, René Ponce de URNG y los otros tres diputados de Winaq lo hicieron a favor. Disciplinadamente, los cuatro diputados presentes de Semilla votaron contra la aprobación de la referida iniciativa, como también lo hizo la diputada Vicenta Jerónimo, de MLP, quien parece haber asumido votar en contra de todo lo propuesto, sin que esta vez se hayan conocido sus razones.
Pero, lo más contradictorio, con relación a la consistencia de un bloque opositor que al menos denuncie con coherencia los abusos e imposiciones del bloque oficialista y antiderechos sociales, sucedió minutos antes de la votación arriba comentada.
Al inicio de la sesión, el diputado Carlos Barreda, de la UNE, presentó una moción privilegiada verbal, con la que pretendía que se retomara la discusión de la iniciativa de la Ley de ONG, la cual, aprobada recientemente, ha sido objetada desde distintos sectores y actores. Ya en otras ocasiones, ante la presión social e internacional, el Congreso ha dado marcha atrás con leyes ya aprobadas. Es de hacer notar que una ley que no ha sido publicada en el Diario Oficial, es decir, que no ha sido ratificada por el Ejecutivo, es susceptible de revisión por parte del propio Congreso.
Sin embargo, el tractor legislativo, que persiste en negar derechos e imponer un régimen autoritario, no está para diálogo o discusiones inteligentes, por lo que el presidente del Congreso autoritariamente negó la palabra al diputado Taracena y de inmediato puso a votación la moción. El resultado fue desalentador, no tanto por el número de diputados que la rechazaron, 78 de los 116 diputados presentes, sino porque, el que podría llamarse bloque opositor mostró, ¡de nuevo!, evidentes e inexplicables fisuras.
Si bien en esta oportunidad los bloques URNG y Winaq votaron consistentemente a favor de que tal esperpento de ley fuera revisado, con el apoyo claro y decidido del bloque BIEN, liderado por Evelyn Morataya e integrado por cinco diputados, así como de los diputados Eduardo Zacrhisson del PAN, Adela Camacho de CREO y Aníbal Samayoa del Partido Humanista; fue notoria la fractura de la UNE, pues Barreda solo consiguió el apoyo de 21 diputados de su bancada, además de la más que extraña oposición de Semilla y MLP.
La situación de la UNE es compleja, hay una abierta y declarada disputa por el control político e ideológico del partido. No se mueven allí solamente las visiones de corto plazo, como es apoyar o no al actual gobierno para obtener beneficios legítimos o ilegítimos, legales o ilegales, para diputados, dirigentes y sus familiares. Están presentes también las expectativas de futuro, como es retornar o no al viejo discurso socialdemócrata que, aunque conservador y en nada próximo a las propuestas democráticas y sociales que Bernie Sanders, en Estados Unidos, y Alberto Fernández, en Argentina, enarbolan, tendería a darle un giro significativo al conservadurismo de derecha asumido en la última elección. La UNE, pues, se debate en continuar existiendo como un partido con dueña y única negociadora, convertirse en una organización un poco más vinculada a las demandas sociales, o simplemente cambiar de dueño, tal y como sucedió con TODOS y parece estar sucediendo en CREO.
Pero no solo la UNE expresó en esta semana sus falencias e inconsistencias respecto a una agenda parlamentaria clara y firme. Semilla, al negar su voto en favor de la moción de Barreda, se contradijo con relación a la defensa de las libertades sociales que al votar contra las reformas a la Ley de ONG manifestó. Con lo sucedido este 20 de febrero no queda aún claro cuál es, al final de cuentas, la agenda legislativa de esta organización política en lo que a la defensa del derecho a la libre organización y movilización social se refiere, pues su voto contra la moción solo se puede interpretar como un apoyo directo, e innecesario, a la alianza que abierta y decididamente quiere limitarlo.
Más confuso es aún el voto contrario de la diputada Vicenta Jerónimo de MLP, pues, si bien en estas primeras semanas de su vida parlamentaria ha sido consistente en votar contra toda iniciativa, venga de donde venga, cuando votó contra las reformas a la Ley de Organizaciones No Gubernamentales para el Desarrollo hizo públicas sus razones. No manifestarse a favor de que esa disposición sea revisada contradice su discurso y voto anterior, tal y como sucede con la agrupación Semilla.
El comportamiento errático de la diputada emelepista, permite pensar que desde los órganos dirigentes de su partido, y en particular su intelectual orgánico –abierta y declaradamente contra las organizaciones no gubernamentales, a cuyos dirigentes, activistas y financistas considera peor que el demonio para los creyentes–, le han orientado a traicionar su posición en favor de la organización social. Posiblemente sus asesores no han llegado a entender que esta ley tiene, como principal objetivo, criminalizar organizaciones y movilizaciones sociales como las de Codeca, brazo social del MLP.
El apoyo de este partido a la agenda antiderechos del bloque de oficialista solo es entendible si lo que se desea es que la represión contra los dirigentes sociales llegue a ser tan sangrienta, generalizada y despiadada como lo fue en la década de los años ochenta. Sus efectos y consecuencias aún los sufrimos, y cualquiera, con una mínima responsabilidad política, debe luchar para que eso no se repita.
Por Virgilio Álvarez Aragón
Fotografía principal, momento en el que el diputado Carlos Barreda presenta la moción privilegiada verbal, tomada de elPeriódico.
Entiendo que es tu opinión y lástima que Gazeta no es revista que incluya trabajo reporteril, porque me gustaría conocer las declaraciones de las fuentes y así una hacer su propia interpretación. Entiendo, porque busqué información de algunas fuentes, que había un problema jurídico para que la moción fuera viable.
Mañana publicamos las entrevistas.
Semilla se aferró a la ortodoxia constiucionslista. Pero el antecefente de septiembre 2017 es muy claro.
Ver las entrevistas de hoy http://www.gazeta.gt/roman-castellanos-y-sonia-gutierrez/
Excelente análisis, estimado Virgilio. En verdad, muy pocos diputados están definidos política e ideológicamente en la actual legislatura. Da pena ver las contradicciones descritas en el artículo. Uno esperaba mayor responsabilidad por lo menos de la UNE y los partidos de izquierda, pero … Lo de Semilla, eso si no es extraño. De nuevo, frustraciones. Saludos.