El amor
Ernesto Guadalupe Pos Sacalxot | Política y sociedad / EL DIOS CAPITAL
¿El amor es un sentimiento, una vida, un concepto, un sueño, una ilusión o un instinto? El amor ha tenido caminos infinitos de amarguras, satisfacciones, ilusiones, felicidad, contradicciones y misterios. ¿Dónde se encuentra el amor y qué es, qué hace, qué quiere, de dónde vino, dónde va y a quién quiere atrapar? No hay certeza si el amor tiene interés de atrapar a alguien o si ronda y vigila al enamorado o si el enamorado atrapa al amor. Lo que se sabe es que esos amores atrapan besos y abrazos, se manifiestan en besos o los besos se manifiestan por amor, o a través de los besos se construye el amor. La pregunta es: ¿dónde se atrapa ese amor o cómo es que el amor atrapa a su presa, será posible que el amor se desplaza de un lado a otro y quizás convive con alguien y luego se desplaza a otro lado y por qué lo hace? ¿El amor se aburre del enamorado o el enamorado se aburre del amor?
De ser así, el amor enamora al que no era enamorado y se encarna en su ser a través de sentimientos. Aunque se debe preguntar qué tipo de sentimientos exige el amor. Según Arthur Schopenhauer, el amor se mueve alrededor de la salud, la fuerza y la belleza. ¿Se amará a alguien enferma o débil? Lo más probable es que la mirada, atención y atracción es por la fuerza, vigorosidad y belleza. Aunque el amor va más allá de la atracción bilateral, porque busca una satisfacción, y va más allá de la simple satisfacción y la posesión misma del goce físico.
Schopenhauer manifiesta que el amor es un instinto, una conducta innata e inconsciente entre los seres vivos, es un impulso natural, interior e irracional que provoca acción y sentimiento, distinto a un amor por hacer el bien a otra persona.
Cuando una persona dice amar a otra persona, le desea bienestar y calidad de vida, todo eso es un acto de pasión, de piedad, de lástima, aunque no necesariamente tiene amor. Entonces, el amor se torna incomprensible, de tal manera que el amor del que nos habla Schopenhauer es el amor que viene del instinto natural cuyo propósito va más allá del goce físico, de poseer a otra persona, más bien de reproducirse a sí misma, un instinto de sobrevivencia y de prolongar la existencia.
Para Schopenhauer, el origen del amor es el instinto, y este tiene fases. Inicia con sentimientos, deseos que entran por medio de los sentidos, esto va creciendo y madurando a través de los años. El amor que siente el niño hacia una niña no es amor, son sentimientos emocionales, deseos, aunque en la medida que la persona va madurando, su propio instinto de amar madura. Nadie ama lo que tiene, ama lo que no tiene. De esta manera a un hombre colocho le atraería a una mujer de pelo lizo, a una mujer rubia le atraería un hombre de tez morena. A un hombre bajo le gusta una mujer alta, a una mujer sensible le atraería un hombre fuerte. La fuerza y valentía es la atracción del hombre hacia la mujer. Difícilmente una mujer ama a un hombre bonito pero afeminado, prefiere un hombre feo pero muy fuerte. Busca cualidades contrarias a sí misma para amar, busca llenar vacíos o imperfecciones, cualidades y que las va llenando a través de otras personas.
¿Cuál es entonces la razón para amar? Lo que había mencionado con anterioridad, la persona ama para encontrar un goce, satisfacción y posesión de otra persona, lo cual surge con el contacto sexual. Aunque esto no es suficiente, la persona puede tener contacto sexual pero el sentimeinto se consume inmediatamente, no tiene duración. La razón del instinto de amar es la reproducción de su existencia, cuando un hombre se enamora y ama una mujer rubia, en su imaginario ya está viendo unos hijitos rubios, y cuando una mujer se enamora y ama de un hombre colocho, su imaginario está viendo unos hijos colochitos en sus brazos, aunque quizás nunca han cruzado promesas de unirse, ya se está imaginando en la procreación y la reproducción. El amor es instinto, de tal manera que el amor no es el goce físico, la posesión, la satisfacción, el acto sexual. Un amor maduro es regido inconscientemente por la reproducción, inconscientemente el hombre y la mujer saben que tienen una existencia temporal, pasarán de este mundo pero sienten la necesidad de continuar la vida, su existencia debe continuar y de ahí su necesidad de amar para no morir, su otra vida se reproduce al engendrar otra vida. De esa manera se consume plenamente el amor.
Fotografía principal por Guadalupe Pos.
Ernesto Guadalupe Pos Sacalxot
Licenciado en Psicología General y Msc. en Antropología Social por el Centro Universitario de Occidente de la USAC. Es fundador y director de la Asociación Escuela de la Calle, dedicada a la asistencia de niños y niñas de escasos recursos en el área de Quetzaltenango, principalmente niños trabajadores y abandonados en las calles, con el objeto de restablecer sus relaciones familiares y reincorporarlos en la sociedad con mejores oportunidades a través de la educación.
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